miércoles

Por encima de cualquier ideología

El tema estrella de hoy es la reciente legalización del partido abertzale "SORTU". El año pasado recuerdo haber tratado el asunto hasta la saciedad y no hay nada nuevo que ofrecer. Como sostenía y sigo sosteniendo, no se encuentran argumentos jurídicos lo suficientemente sólidos como para que se declarara la ilegalidad de este partido por parte del Tribunal Supremo. 
Sin embargo, mi intención no es reiterar mi opinion sobre la indeseable ilegalización de 2010 ni lo ocurrido esta tarde. No es el tema específico que me aborda hoy, pero sí me sirve para enlazarlo con la conferencia de la activista Leila Nachawati, a la que pude asistir ayer.
Tras la interesante charla, que amplió mi escaso conocimiento sobre la situación en Siria, se abrió una breve ronda de preguntas. En primer lugar, sirvió para afirmarme en mi conviccion de "Opinar sobre política" al comprobar la poca humildad en las preguntas de algunos asistentes e incluso algunos comentarios ofensivos hacia la ponente. Afortunadamente, uno de los asistentes agradeció a la activista su trabajo e información que compartió con nosotros. Además hubo una respuesta que me hizo gritar por dentro "EXACTO". Cuando se cuestionó la revolución del pueblo Sirio por el hecho de recibir cierto apoyo por paises como EEUU, la activista contestó razonando que quienes apoyan los Derecho Humanos están con los pueblos como el Sirio bajo cualquier circunstacia, independientemente de qué país exprese su apoyo hacia este. "EEUU puede ir o venir, pero los activistas siempre estamos ahí". Y no pudo ser más acertado su comentario al argumentar que la posición de muchos ante estos temas se limita a simplemente posicionarse en contra de lo que tal o cual país diga y olvidar el problema de fondo. Es el problema de la fachada, la fachada "izquierdista", "independentista","antimperialista" o como se le quiera llamar.
Las ideologías respetables han de fundamentarse siempre en la base al respeto a los Derechos Humanos y a partir de ello, divagar y filosofear sobre otras cuestiones más secundarias. Con ello quiero explicar, que a pesar de no compartir la forma de pensar ni fines de partidos como Sortu, ante este debate creo que debemos anteponer unos principios generales (¿inherentes al hombre y válidos en todo espacio y lugar?para mi sí). Por ello, no deberiamos centrarnos en el debate de "independentismo bueno/independentismo malo". Sino participación política para todos, dentro del respeto a los Derechos Humanos, o partipación política no.

Opinar sobre política



Recuerdo el primer manual que me hicieron leer en la universidad; de la politóloga y periodista Edurne Uriarte. Antes de adentrarse en el mundo de la ciencia política ofrecía un primer capítulo dedicado a la forma en la que la ciudadanía opina sobre política, que desde la primera vez que lo leí me hizo exclamar EXACTO y sigo haciéndolo años más tarde.  
¿Y por qué iba a existir inconveniente en que opináramos sobre la res publica? ¿Si es la cosa de todos, y en la que, gracias a nuestro maravilloso sistema democrático, todos podemos tomar parte y modelarla a nuestro gusto?
Efectivamente, ofrecer nuestro punto de vista en temas políticos es vital; incluso un deber a mi parecer. Sin embargo, el problema lo hayamos en la opinión desde la prepotencia y la total falta de humildad. Este comportamiento está deliberadamente inculcado en la mente de muchos españoles; ese pensar que ya lo sabemos todo del juego político (nada más alejado de la realidad) para detenernos en ese “sabelotodísmo” y dejar de buscar.
Todos conocemos quien graba el color de su “bando” en su mente y corazón convirtiéndolo en barrera para el conocimiento. Todos conocemos familias que se aferran a ideas por tener sus antepasados en un bando u otro en la guerra. Y todo se reduce a “los buenos y los malos” (ahora los “malos y los menos malos”) sin saber qué los distingue. Tenemos que tener un discurso crítico prefabricado, con argumentos de barra de bar: los políticos son muy malos, los banqueros corruptos, la ley electoral es injusta (algo he oído por ahí aunque no conozco ni la Fórmula D’Hondt) etc. Y el problema no está en que estas afirmaciones sean válidas o no, si no en cerrarnos en banda y no conocer el por qué.
Esto es algo que creo que notamos especialmente los que estudiamos en el ámbito jurídico o político (Con verdadera vocación) y nos sentimos unos ignorantes que nunca llegarán a saber lo suficiente. Personalmente, lo que más me ofende es escuchar razonamientos ridículos, claramente fruto de desconocimiento y que nadie se digne a consultar a quien conoce algo más. En definitiva, que sean pocos los que tomen nuestro trabajo y futura profesión enserio.
Por suerte o desgracia, cada vez parece haber mayor concienciación en la necesidad de saber cómo funciona nuestro mundo. Afortunadamente siempre encontramos curiosos que preguntan y con quienes podemos crecer, aprender y sentirnos menos desprestigiados.

lunes

Buenas madrugadas

Tras unos meses de sequía intelectual (en internet) me dispongo a retomar esto a pesar de la frustración que produce saber que no se escuchan mis gritos. Sin embargo, siempre es grato encontrarse comentarios de buenos amigos que no dejan aplanar sus cerebros, supervivientes con "conciencia social" y simbolizan mi esperanza y fe en la humanidad.
El cambio de nombre se debe a que he preferido eliminar toda referencia y reflexión a la vida privada (en la medida de lo posible). El objetivo es compartir, gritar, confundirme si hace falta  y si es posible, aprender de los demás. Para los vascuences será fácil descifrar el juego de palabras. Para quien no conozco la hermosa lengua "euskérica" aclaro que se trata de expresión que me he inventado que mezcla mis convicciones cosmopolitas con mi belleza suprema.
Al ser cerca de las 2:00AM, no puedo decir que me encuentre en un momento de especial originalidad ni creatividad. Por lo tanto dejaré lo de explayarme para otra ocasión (espero que cercana).