Recuerdo el primer manual que me
hicieron leer en la universidad; de la politóloga y periodista Edurne Uriarte.
Antes de adentrarse en el mundo de la ciencia política ofrecía un primer
capítulo dedicado a la forma en la que la ciudadanía opina sobre política, que
desde la primera vez que lo leí me hizo exclamar EXACTO y sigo haciéndolo años
más tarde.
¿Y por qué iba a existir inconveniente
en que opináramos sobre la res publica?
¿Si es la cosa de todos, y en la que, gracias a nuestro maravilloso sistema
democrático, todos podemos tomar parte y modelarla a nuestro gusto?
Efectivamente, ofrecer nuestro
punto de vista en temas políticos es vital; incluso un deber a mi parecer. Sin
embargo, el problema lo hayamos en la opinión desde la prepotencia y la total
falta de humildad. Este comportamiento está deliberadamente inculcado en la
mente de muchos españoles; ese pensar que ya lo sabemos todo del juego político
(nada más alejado de la realidad) para detenernos en ese “sabelotodísmo” y
dejar de buscar.

Esto es algo que creo que notamos
especialmente los que estudiamos en el ámbito jurídico o político (Con verdadera vocación) y nos
sentimos unos ignorantes que nunca llegarán a saber lo suficiente.
Personalmente, lo que más me ofende es escuchar razonamientos ridículos,
claramente fruto de desconocimiento y que nadie se digne a consultar a quien conoce
algo más. En definitiva, que sean pocos los que tomen nuestro trabajo y futura profesión
enserio.
Por suerte o desgracia, cada vez
parece haber mayor concienciación en la necesidad de saber cómo funciona
nuestro mundo. Afortunadamente siempre encontramos curiosos que preguntan y con
quienes podemos crecer, aprender y sentirnos menos desprestigiados.
Creo que el gran error de un grandísimo (gigantísimo) porcentaje de la población, error en el que me encuentro a veces, es el de no ser enteramente consicente de las contingencias que me llevan a ser así o asá.
ResponderEliminarPor ejemplo: "Con franco se estaba mejor." Falta primeramente detenerse a entender qué motiva mi opinión: "Leches, hablo así porque vengo de familia franquista... ¿He puesto en duda alguna vez esa frase?"
Hay que buscarle el "porqué" a las cosas. Si no, el sujeto tiene un interés consciente o inconsciente que no hace válida su opinión en tanto que la "res publica" es de todos y ha de ser lo más objetiva posible.